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Ilusión

Niebla. Somos todo y somos nada. Somos sólo en mí cabeza, en mis sueños más profundos. Te tengo a mi lado, te deseo de muchas formas y la distancia entre ambos es mayor que cualquier Galaxia. Como agua que huye de mis manos. Mi cuerpo late, vibra a tu cercanía. Grito con ansias por tenerte conmigo pero no somos más que aire y vacío incontenible. Somos, seremos siempre una fecha de caducidad, el deseo de lo prohibido... Una irrealizable fantasía de mi cabeza.

Un año y tres meses después

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Aunque no estaban juntos, así se sentían. Podían dejar de hablarse, de verse o de escribirse por meses. Pero siempre volvían el uno al otro. Vivían en una especie de fidelidad inquebrantable con sentimientos no declarados de por medio. Estaban alejados por las tormentas y por no saber sobrevivir a la tempestad. Sin embargo, sabían que sobraban las palabras y que sus corazones se desbordaban cada vez que se volvían a encontrar. Eso bastaba, eso les era más que suficiente.

Sobre el querer

Quiérela y cuídala no te vas a arrepentir de sus locuras. No te vas a arrepentir de su irracional manera de enamorarse de ti. Abrázala muy fuerte, toma su mano, prométele el cielo y ella te dará las estrellas. Bésala bajo la lluvia. Bésala y sonríe después de hacerlo. Besa su alma y nunca te dejará ir. Recorran grandes distancias, no paren de ser felices juntos. Hagan lo que deseen pero siempre con pasión. Déjense llevar, como al ritmo de una melodía, lleguen a lugares desconocidos y no miren atrás.

Lugar feliz

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¿Mi lugar feliz? Diría que un campo rodeado de flores contigo recostado sobre sus tonos verdes; junto a mí... Una sala de cine, con una película de amor, con risas y lágrimas de emoción y con tu mano rozando la mía... Un atardecer en la playa viendo al sol despedirse para dar paso a la magia de la Luna, con un beso tuyo indicándome esa transición... O quizás un concierto de nuestros grupos favoritos, bailando al mismo compás, haciendo locuras como solo nosotros sabemos hacerlo... Puede que también un tren. Lejos de casa. Contigo a mi lado y mi imagen recostada en tu regazo. ¿Mi lugar feliz? Lleva tu nombre. Realmente poco importa la locación mientras seas tú mi alrededor y mi centro.

(Bitácora) La carrera de una vida

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Un año. Eso es lo que cumplo hoy oficialmente en mi carrera (bueno, voy en segundo año, pero solo he estudiado dos semestres estando inscrita en la misma carrera). Hoy puedo asegurar que elegí la carrera adecuada. Sí, hoy, a los veintiún años de edad, luego de dos años de rodar entre una y otra universidad de mi país y más de cuatro ideas de lo que quería estudiar.  Es muy fácil juzgar a las personas por sus decisiones o, incluso, por sus indecisiones. Muchas veces ese fue mi caso; me juzgaron por no saber lo que quería. Pero, ¿es que en realidad estaba mal? ¿Realmente tenían derecho las demás personas de hacer burlas de mí porque no estaba segura de cómo quería pintar mi futuro, en base a una elección burguesa que poco tiene que ver con el verdadero futuro? Pienso que, como sociedad, cometemos el grave error de hacer mofa de aquellos que no se adaptan a "lo normal". No todo lo aparentemente desviado está mal. En mi caso, por ejemplo, no estaba mal dudar acerca de la...

Bitácora: Regreso del ser

Ciertamente, no pedí que llegaras a mi vida con aquel café de tarde de miércoles. No pedí que me hicieras tuya aquella madrugada, marcándome para siempre y sin retorno. No pedí que me vinieras a complicar la existencia de la forma más irracional y pasional posible. Nunca pedí que fueras tú… No sé qué es lo que nos toca; que te quedés, que te vayás, que me quede, que me vaya. No lo sé. Sé que no te deseé nunca y que ahora te deseo como nunca. Sé que no quiero perderte y que quiero embriagarme de ti cada día, cada noche. Sé que no me importa el mundo, porque ahora mi base central de operación es tu cuerpo. Sé que no me interesa nadie más porque para mí después de vos no existe nadie. No se existe sin amarte, solo y exclusivamente a vos. Sé que nunca te esperé, que me llegaste de golpe y en seco, y que quiero que habités en este mundo, mi mundo, por hoy, por mañana, por siempre…

Llegada en una tarde de mayo

Pasan cientos de personas por nuestras vidas, nos marcan con cicatrices o recuerdos. Pero son pocas quienes llegan para quedarse por siempre. Pasaste por aquí un día de mayo. En la calidez de tu rostro vi el reflejo del futuro tan esperado. Te miré y deseé que fueras verdad, que tu mirada y tú sonrisa no fueran efímeras; contemplé en ti todo lo que siempre había añorado. Pasaste luego, en junio, para anunciar tu mudanza, te quedarías a vivir en mi alma. Harías de mí lo que quisieras, ahora ya no era yo en lo individual, ahora éramos plural. Te mudaste para acaparar todo de mí, en mi corazón, mi silencio y mi almohada. Eras tú, siempre habías sido tú ese por quién lloraba en las noches, a quién ansiaba cada tarde de domingo, ese que mi piel pedía a gritos... Ese eras tú quien pensé que nunca llegaría, quien no existía en mi cabeza... Eras ...