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Bitácora: Regreso del ser

Ciertamente, no pedí que llegaras a mi vida con aquel café de tarde de miércoles. No pedí que me hicieras tuya aquella madrugada, marcándome para siempre y sin retorno. No pedí que me vinieras a complicar la existencia de la forma más irracional y pasional posible. Nunca pedí que fueras tú… No sé qué es lo que nos toca; que te quedés, que te vayás, que me quede, que me vaya. No lo sé. Sé que no te deseé nunca y que ahora te deseo como nunca. Sé que no quiero perderte y que quiero embriagarme de ti cada día, cada noche. Sé que no me importa el mundo, porque ahora mi base central de operación es tu cuerpo. Sé que no me interesa nadie más porque para mí después de vos no existe nadie. No se existe sin amarte, solo y exclusivamente a vos. Sé que nunca te esperé, que me llegaste de golpe y en seco, y que quiero que habités en este mundo, mi mundo, por hoy, por mañana, por siempre…

Llegada en una tarde de mayo

Pasan cientos de personas por nuestras vidas, nos marcan con cicatrices o recuerdos. Pero son pocas quienes llegan para quedarse por siempre. Pasaste por aquí un día de mayo. En la calidez de tu rostro vi el reflejo del futuro tan esperado. Te miré y deseé que fueras verdad, que tu mirada y tú sonrisa no fueran efímeras; contemplé en ti todo lo que siempre había añorado. Pasaste luego, en junio, para anunciar tu mudanza, te quedarías a vivir en mi alma. Harías de mí lo que quisieras, ahora ya no era yo en lo individual, ahora éramos plural. Te mudaste para acaparar todo de mí, en mi corazón, mi silencio y mi almohada. Eras tú, siempre habías sido tú ese por quién lloraba en las noches, a quién ansiaba cada tarde de domingo, ese que mi piel pedía a gritos... Ese eras tú quien pensé que nunca llegaría, quien no existía en mi cabeza... Eras ...

Bitácora de un Domingo de Resurrección

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Estaba cansada de pecar. Sabía que lo que hacía estaba mal y que cada vez que la tentación llegaba, ella recaía. Abatida, veía pocas opciones entre la vida y la muerte, pues su vida consistía en morir cada día; de tristeza, de soledad, de desolación… Esa noche decidió tomar su computadora y ver una prédica. No era lo que hacía todas las noches, pero pensó que esto podía ayudarle un poco. Era Semana Santa, así que era lo mínimo que le debía a Dios, una prédica para recordar que Él existe. Aunque se sintiera avergonzada por todos sus pecados del día anterior y por la tentación que la seguía en todos lados, a toda hora. Esa semana hablaron acerca de los beneficios de la Cruz. Sobre cómo la muerte de Jesús era capaz de librarla de: sus pecados, sus maldiciones, sus enfermedades y sus tentaciones. A lo largo de la prédica, y junto con la música sintió que Dios la tocaba, que Su espíritu volvía a envolverla y que encontraba su perdón. Sentía que Dios volvía a acercársele, preparado ...

Hasta ese día

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Y mientras tanto aquí estaré... Esperándote. Añorándote. Soñando con el día que te dignes a aparecer en mi vida. Viviéndote  en silencio. Sintiéndote en el viento y el espacio.  Hasta ese día me tendrás sentada en un sofá, con un libro y un buen café. Intentando descubrir el aroma que dejarás en mi piel a tu llegada. Imagen de: https://wallpaperscraft.com/download/hand_girls_cup_coffee_book_mood_48911/3840x2400

Bitácora de cómo murió su amor por él

Pensaba que ese sentimiento era amor.  Lo amaba sin amarlo en verdad.  Trataba con todas sus fuerzas de no hacerlo,  para poderlo amar como él quería ser amado: de una manera precaria y barata, llena de falsedad.  Y esto solo le mataba el amor.  Entonces, cuando él por fin la amó,  ella ya había dejado de hacerlo. 

Retrato: Sobre la soltería

Solté mi cabello para que jugara con el viento y seguí caminando.  Ahora estaba soltera porque me rehusaba a aceptar menos de lo que creía merecer...

Bitácora - El Perú

Y es que no sé si el nombre oficial de este país es Perú o El Perú, pero los habitantes locales se refieren al territorio como "El Perú". (Aunque las reglas de la RAE se irrespeten en los carteles.) Este lugar es maravilloso. Tiene una magia que no se ve, pero se percibe.  Perú: aromas, sabores, sensaciones nocturnas paradisiacas y pura felicidad.  Viajar es vivir. Vivir es reír y enamorarse de pequeños instantes llenos de vistas, aromas y sabores sin igual. ❤️ El lugar dentro de mi corazón en el que habitan los mejores recuerdos, y los mejores días de mi vida ahora se llama "Perú".