Bitácora de un desamor
Había sufrido mucho. Desfallecía cada segundo, sus lágrimas no cesaban. Solo recordaba la manera tan despiadada en que rompía su corazón; tan bello, tan frágil, tan puro… Estaba segura de que jamás se perdonaría. Mónica no amaba a hombre alguno, solo a él. Apuñalaba el hermoso corazón del pobre muchacho una y otra vez, en su memoria. Lo extrañaba, moría por su regreso. Se sentaba y sufría. Esperaba sollozante mientras lentamente moría de amor por él.